Dragon Age: Inquisition – Review

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REVIEW Desde hace unos años, Dragon Age es uno de los primeros nombres que vienen a la mente cuando se habla de RPGs occidentales. Luego de que su segunda parte fuera criticada duramente por los fanáticos del juego original, Bioware prometio que Inquisition iba a volver a sus raíces y ofrecer un juego más amplio y más completo que los anteriores. Ahora que ya se encuentra disponible, ¿fueron cumplidas realmente estas promesas?

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A los pocos segundos de empezar, Dragon Age Inquisition nos muestra como una gran explosión destruye una conferencia de paz entre templarios y magos, generando misteriosas “brechas” en el cielo y eliminando a cualquier persona cercana, a excepción de nuestro protagonista. Siendo el único sobreviviente de este ataque y teniendo una marca en nuestra mano muy similar a las brechas, inicialmente es acusado de estar involucrado en la muerte de todos sus participantes y la clériga denominada “The Divine” por sus 2 asistentes más confiables, Cassandra y Leliana. Esto cambia al poco tiempo debido a la falta de información y recuerdos que se tienen del evento y la misteriosa habilidad para cerrar estas brechas que tiene nuestro personaje. Gracias a esta última se otorga el beneficio de la duda y, además de ser temporalmente exonerado, se lo empieza a conocer como “El Heraldo de Andraste” debido al encuentro que tuvo durante la explosión y por ser el único capaz de detener a las fuerzas demoníacas que provienen de las brechas.

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Segun la ultima voluntad del gran clérigo, Cassandra y Leliana deciden junto con el ex templario Cullen y la embajadora Josephine crear “La Inquisición”, una organización independiente que tiene como objetivo el encargarse de cualquier problema que surja durante una crisis de esta magnitud. Aunque muchos no creen que esto sea lo más acertado, la necesidad de cerrar las brechas ayuda a que la Inquisición tome forma y sea reconocida por varias zonas para prestar sus servicios. Obviamente las acciones de esta organización determinan el curso de futuras situaciones, pero eso es algo que va a caer completamente sobre nosotros, ya que nuestro personaje principal es elegido por sus colegas como el “Inquisidor”. Él, como líder, tiene como obligación el acudir ante cualquier pedido de ayuda y mientras tanto investigar la historia detrás del ataque a la conferencia y determinar como esta relacionado con los conflictos previos (vividos en los juegos anteriores) que forjaron la situación actual de este mundo.

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Al igual que en Dragon Age Origins (DAO), al comenzar tenemos que crear a nuestro personaje principal con su respectiva raza y clase. Afortunadamente para nosotros, las opciones que tenemos disponibles ahora son mayores que antes debido a que posee un creador de personajes muy similar al de los últimos Sims, donde podemos decidir desde las opciones más tradicionales como color y estilo de pelo y ojos, hasta la longitud de la boca y pestañas, marcas en los rostros, etc. Aunque el Inquisidor puede parecer muy real al momento de ser creado, cabe destacar que hay ciertas ocasiones donde vemos que algunas expresiones no están al mismo nivel de las que muestran los NPCs y se sienten un tanto “forzadas”. Esto igualmente es una gran mejora desde el juego anterior, donde la apariencia de Hawke (el personaje principal) se limitaba solamente a un par de combinaciones posibles.

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Las zonas que exploramos también fueron cambiadas para mejor y presentan locaciones como bosques, montañas, costas, etc., cada una con sus respectivos personajes, climas, recursos y enemigos. Estas son bastante más amplias que las de DAO (y Dragon Age II obviamente), y podemos pasar bastantes horas realizando las sidequests que se habiliten, conseguir materiales faltantes o hasta probar distintas estrategias para eliminar a enemigos más poderosos como los dragones que las habitan. Al igual que los escenarios, los enemigos y habilidades poseen un nivel de detalle bastante alto, por lo que en muy pocas ocasiones podemos confundir los roles de cada personaje o el efecto que puedan tener dichas habilidades sobre nosotros o cualquier enemigo que enfrentamos.

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Una de las grandes cosas que hace a Inquisition más similar a Origins que a su segunda parte es como gran parte del juego se desarrolla mediante los diálogos y decisiones, y no tanto sobre el combate. Ya sea porque tenemos que elegir un lado para apoyar o decidir si alguien vive o muere, cada una de estas decisiones influye en cómo nuestros compañeros nos ven y, segun nuestra relacion con ellos, pueden determinar si permanecen o no en la Inquisición. A su vez, estas pueden desbloquear nuevas opciones para nuestra base, donde generalmente vamos a poder crear y encantar armas y armaduras para cualquiera de los distintos personajes, profundizar cualquier relación personal que tengamos con los ellos y organizar como vamos a distribuir nuestras fuerzas a lo largo del territorio. Igualmente, esto de ninguna manera quiere decir que los combates y la exploración de los mapas hayan perdido importancia.

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Aunque gran parte del combate es bastante activo y centrado en la acción como en DA2, se puede utilizar una camara tactica para planificar los ataques de cualquiera de los 4 personajes que estamos manejando. Esto es una de las mejores opciones para coordinar ataques de area, analizar qué unidad puede ser más afectada por ciertas habilidades o hechizos y hasta determinar a qué enemigo se le debe dar mayor prioridad. Para esto también tenemos que estar seguros de la composición de nuestra party y asignar adecuadamente cada punto de habilidad que obtenemos en el árbol de habilidades correcto. Como se mencionó antes, la exploración y sidequests no sirven solo para obtener experiencia, sino que también nos dan el “poder” necesario para realizar misiones importantes desde el “War Room” de nuestra base y además conseguir los ya mencionados recursos para realizar armas propias con efectos y daños elementales especiales.